El derecho a desconectarse fuera del horario de
trabajo entra en vigor este lunes en Francia, con una disposición de la misma
reforma laboral que estuvo a punto de tumbar al Gobierno al ser aprobada en
julio, después de meses de protestas en las calles contra otros aspectos más
polémicos de esta norma.
El dispositivo legislativo crea un derecho para
los asalariados y una obligación para las grandes empresas, la de
regular el uso de las tecnologías de la comunicación (mensajerías y correos
electrónicos o teléfonos móviles) para garantizar el respeto del tiempo de
descanso y de las vacaciones.
El ejecutivo estableció en el texto que adoptó el
Parlamento en verano que la forma de hacerlo será por la negociación entre las
partes, de forma que en las compañías de más de 50 empleados dirección
y representantes de los trabajadores tendrán que discutir para llegar a un
acuerdo que podrá tener validez uno o varios años.
El objetivo es fijar las "modalidades del
pleno ejercicio del derecho del asalariado a la desconexión", así como "la
puesta en marcha por la empresa de dispositivos de regulación de la utilización
de
herramientas digitales". Si no se alcanza un compromiso, será
el empresario el que redacte una "carta" con las reglas.
En cualquier caso, la ley no implica la
obligación de apagar el móvil profesional al finalizar la jornada laboral, ni
el cierre del servidor para envío de correos electrónicos profesionales a partir
de una determinada hora. Se limita a abrir la puerta a una regulación,
en principio consensuada, y en función de las necesidades productivas de cada
empresa.
Algunas ya se han adelantado, como el es caso del
operador de telecomunicaciones Orange, que en virtud un acuerdo del pasado 27
de septiembre pide a sus empleados que establezcan tiempos de no utilización de
su mensajería electrónica, en particular durante las reuniones para facilitar
la concentración.
El fabricante de neumáticos Michelin también ha
instaurado "un control de las conexiones a distancia" para sus
directivos que trabajan con carácter itinerante entre las 9 de la noche y las 7
de la mañana en los días laborables, y los fines de semana desde las 9 de la
noche de los viernes a las 7 de la mañana de los lunes.
En la conocida como "ley El Khomri",
por el apellido de la ministra de Trabajo que la promovió, Myriam El Khomri, se
justificaban estas regulaciones por considerar que las tecnologías de la
información y de la comunicación, "si están mal controladas,
pueden tener un impacto para la salud de los asalariados".
Según un estudio publicado en octubre por el
gabinete Eléas, un 37 % de los activos utilizan sus herramientas digitales
profesionales fuera de los horarios de trabajo y un 62 % estaban en favor de
una regulación.
La "ley El Khomri" generó un duro
enfrentamiento entre enero y julio pasado en la calle entre los sindicatos que
la apoyaron (sobre todo la CFDT) y las que la criticaban (CGT y FO
esencialmente); y en el Parlamento, entre el Gobierno y una parte de la
izquierda (incluidos un grupo de socialistas "rebeldes").
Pero la polémica no venía por el "derecho a
la desconexión", que no suscitó controversia, sino porque introduce más
flexibilidad laboral y supone un cambio en las reglas de la negociación
colectiva, al dar primacía a los acuerdos dentro de la empresa sobre los
convenios sectoriales.
Fuente:
EFE EL TIEMPO.COM ENERO 2 DE 2017