Hacia 2050,
cada ser humano será el centro de un mundo asistido por la inteligencia
artificial hasta en el más mínimo detalle, anticipa un experto. El automóvil no
tendrá conductor y su 'barman' probablemente será un androide. Del
contenido del refrigerador a la temperatura del salón, los asistentes digitales
regularán todos los parámetros. Las pantallas difundirán imágenes de su
programa favorito no bien entre en la habitación. El automóvil no tendrá
conductor y su 'barman' probablemente será un androide.
Hay muchas
predicciones acerca de un futuro modelado por la inteligencia artificial (IA).
Pero Antoine Blondeau, quien contribuyó a la tecnología que condujo al
desarrollo de Siri, el asistente vocal de Apple, sabe más que otros al
respecto.
"Dentro
de 30 años, el mundo será muy diferente", dice este francés de 48 años,
que dejó Francia hace tiempo y hoy vive entre California y Hong Kong.
"Todo estará diseñado para satisfacer sus necesidades personales".
El trabajo
tal como lo conocemos quedará obsoleto, según el cofundador de Sentient
Technologies, plataforma especializada en IA.
Los avances
de la robótica sensorial y visual habrán permitido la creación de fábricas
inteligentes capaces de tomar decisiones en tiempo real. No tendrán obreros,
solo supervisores. Las profesiones jurídicas, el periodismo, la contabilidad y
la venta al por menor serán racionalizados: la IA se ocupará de la parte
ingrata del trabajo.
La salud
también se transformará por completo, asegura. Los pacientes dispondrán de todo
su historial clínico y la IA será capaz de emitir diagnósticos.