9 de febrero de 2014

Teletrabajadores por el medio ambiente.

El ministerio de tecnologías de la información y las comunicaciones ofrece a las empresas una modalidad de trabajo solidaria y sostenible.
El tipo de alimentos que consumimos; los zapatos que usamos, la calefacción que nos abriga o el aire acondicionado que nos refresca, el jabón con el que lavamos la loza, el tiempo que gastamos en la ducha; el uso del secador de cabello; el medio de trasporte en el que nos movilizamos y la cantidad de veces que lo usamos durante la semana: Estas y un largo etcétera de actividades hacen parte de la huella de carbono que diariamente estampamos sobre el ambiente. Una nueva manera de trabajar podría contribuir a disminuir la magnitud del impacto ecológico que nuestras acciones cotidianas generan sobre el planeta .

Se trata del ‘Teletrabajo’, una modalidad laboral a distancia en la que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) nos permiten realizar nuestras actividades desde el lugar que deseamos hacerlo, sin la necesidad de desplazarnos hacia nuestros oficinas.

De acuerdo con el ‘Libro Blanco del Teletrabajo en Colombia’ -un detallado manual explicativo creado por el Ministerio de las TIC- “cada vez es más amplio el espectro de posibilidades tecnológicas que median la conexión entre la organización y los trabajadores”. Computadores portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes, bases de datos, entre otras herramientas, facilitan el trabajo a distancia y, en consecuencia, reducen la necesidad de movilizarse de un lugar a otro.

“Es importante tener en cuenta que, aunque no toda la tecnología es apta para trabajar, gran parte de los sistemas operativos, los programas, las aplicaciones y otros servidores virtuales son fácilmente adaptables a un modelo de trabajo a distancia”, anota el manual.

Según Diego Molano, Ministro de las TIC, sólo en Bogotá se realizan cerca de 9 millones de viajes diarios, de los cuales el 45% corresponden a motivos laborales.
En ese sentido, destaca que, además de brindar mejores condiciones de empleo y aumentar la productividad, el Teletrabajo podría aportar de manera significativa a una movilidad sostenible.

Desplazarnos hacia nuestros lugares de trabajo genera estrés, cansancio, tiempos muertos e improductivos. Se estima que cada persona pierde hasta tres horas diarias entre los viajes de ida a sus oficinas y de regreso a sus hogares. Además, la movilidad en medios de transporte motorizados empeora todas las problemáticas ambientales de ciudades como Bogotá, donde la contaminación atmosférica, visual y auditiva es cada vez mayor.

Según el Observatorio Ambiental de Bogotá “el aire de la capital tiene altos niveles de partículas de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, compuestos volátiles orgánicos y plomo”, sustancias altamente tóxicas emitidas especialmente por carros y buses.

Los efectos sobre la salud y la calidad de vida de lo ciudadanos se ven reflejados, según el Observatorio, en los altos índices de “afecciones bronco-respiratorias, oftálimicas , dérmicas y alérgicas”.

Cada vez son más los ciudadanos que, abrumados por el caos de la movilidad, asumen hábitos de vida social y ambientalmente sostenibles. Más de cien empresas colombianas ya ponen en práctica esta modalidad de trabajo. Decenas de teletrabajadores permanecen en sus casas o en lugares aledaños a estas, donde no sólo tienen la oportunidad de trabajar más ágil y cómodamente, sino que le restan un auto al trancón y disminuyen el impacto de su ‘huella ecológica’ al evitar la emisión de una gran cantidad de gases tóxicos para el medio ambiente y para el resto de ciudadanos.

“La tecnología es indispensable para trabajar, pero ello no significa que deba contarse con lo más avanzado en equipos o programas”, aclara el Libro Blanco del Teletrabajo en Colombia.

Una línea telefónica, conexión a internet y un sistema que permita el intercambio de archivos bastan para comenzar a vivir una experiencia laboral agradable, solidaria y ambientalmente sostenible.
Por: María Luna Mendoza, EL ESPECTADOR febrero 9 de 2014.