En el siguiente
comunicado se detallan los aspectos tenidos en cuenta por la Junta Directiva en su reunión del 29 de septiembre.
Seis directores
votaron a favor de esta decisión y un miembro de la Junta votó por un
incremento de 50 p.b.
En su discusión
de política la Junta Directiva tuvo en cuenta los siguientes elementos:
La inflación total en agosto se situó en
10,8% por encima del 9,9% anual esperado por el equipo técnico. La inflación
básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo una tendencia creciente superior a
la estimada, y alcanzó el 6,9% anual en dicho mes.
Las expectativas de inflación de mediano
plazo aumentaron y se situaron lejos de la meta de 3%. En el caso de los
analistas económicos, la encuesta del Banco de la República mostró que entre
agosto y septiembre la expectativa de inflación para el final de 2023 pasó de
5,5% a 6,3%, según la mediana de la muestra.
El ritmo de actividad económica se mantuvo
dinámico en el segundo trimestre. Sobre esta base el equipo técnico aumentó el
pronóstico de crecimiento del PIB para 2022 de 6,9% a 7,8%.
Para los próximos meses hay señales de
desaceleración en la actividad productiva. El equipo técnico revisó su
pronóstico de crecimiento para 2023 de 1,1% a 0,7%.
La política monetaria de los países
desarrollados se ha tornado más contractiva de lo previsto, lo cual se ha
reflejado en un deterioro de las condiciones financieras internacionales y en
una significativa depreciación del peso y de otras monedas. Los temores de una
recesión global han aumentado induciendo reducciones en el precio de las
materias primas.
Mediante la
decisión adoptada en su sesión de hoy, la Junta Directiva continúa con el
proceso de ajuste de la política monetaria que en el mediano plazo conduzca la
inflación a su meta de 3%. Para ello adoptará las decisiones que considere
necesarias con base en la nueva información disponible.